6 claves para lograr una comunicación efectiva con tus clientes

“Nosotros vemos a nuestros clientes como los invitados de una fiesta en la que nosotros somos los anfitriones. Nuestro trabajo es hacer que la experiencia del cliente sea un poco mejor cada día.”
Jeff Bezos, CEO de Amazon

Para lograr una comunicación efectiva con tus clientes debes tener muy en cuenta 6 aspectos básicos:

Sentido: Piensa lo que estás hablando con el cliente e intenta que todo lo que digas tenga relación entre sí y tenga sentido para el cliente.
Entonación: Intenta que tu voz tenga variaciones en el tono, haciendo hincapié en los momentos más importantes de la conversación, para que sean aceptadas por el cliente como la parte más relevante del mensaje. De esta forma, es recomendable tratar las palabras secundarias con más rapidez.
Naturalidad: Es importante hablar del tema que se está tratando con total tranquilidad, de forma tal que el cliente sienta que lo manejas a la perfección, si tienes dudas al respecto, es muy importante que el cliente no se percate de eso y por el contrario intentar darle manejo lo mejor posible.
Tiempo: Dedica el tiempo que sea necesario para aclarar todas las dudas que el cliente pueda tener. Sin embargo, debes detectar cuando te encuentras frente a un cliente hablador, que nos habla de muchos de temas ajenos al de interés, debes ser amable pero firme, dirige la conversación y centra al cliente en lo que les interesa, aprovecha las pausas que haga en su conversación para tener control de la misma y procura hacer preguntas cerradas para evitar que el cliente salte a otros temas, de esta forma optimizas tu tiempo con este tipo de clientes.
Interés: Muestrale al cliente que te interesa lo que está diciendo, escuchalo y responde amablemente, retroalimenta sus comentarios y sobre todo evita hablar como si fueses un contestador automático.
Ritmo: Sostén durante toda la conversación un ritmo constante que mantenga al cliente enterado en el tema, si dejas caer el ritmo el cliente se aburrirá rápidamente, pero si por el contrario llevas un ritmo demasiado rápido, lo saturas de información y el va a resultar perdiendo el interés.

Por Paula A. García.